En los últimos días se han viralizado fotografías de los carteles que una “misteriosa” asociación ha estado colocando en marquesinas de autobús de toda España y en los andenes del metro de Madrid. En ellos se ensalza el espíritu patriótico mediante la mentira y la reinterpretación de la historia “1492 Ni Genocidas Ni Esclavistas. Fueron Santos y Héroes.”.
El concepto de genocidio, acuñado durante el Siglo XX, se define según la RAE como “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”. ¿Encajaría entonces la ejecución sistemática de todos aquellos nativos que se negaran a convertirse al cristianismo como genocidio? Cualquiera al que no le cegara la guerra santa así lo consideraría, pero no parece ser el caso de “acdp”, esta misteriosa organización que ha invertido ingentes cantidades de dinero en esta campaña propagandista. Tampoco parecen haber leído los escritos del Obispo de Chiapas Bartolomé de las Casas, autor de “Brevísima relación de la destrucción de las indias”. En este escrito publicado en 1552, mucho antes de la aludida Leyenda Negra Española, describió con gran detalle las atrocidades perpetradas por los españoles contra los pueblos originarios de los que fue testigo.
La segunda afirmación, que no fue un régimen esclavista, también choca con las documentadísimas rutas atlánticas del comercio de esclavos. Como consecuencia de la conversión forzada de la población nativa cada vez era más complicado conseguir esclavos en los territorios conquistados que pudieran trabajar en los campos y minas que exportaban su riqueza al viejo continente, por lo que los barcos que expoliaban toda esta riqueza tuvieron que alterar sus rutas. Los navíos zarpaban de los puertos españoles y portugueses rumbo a las costas del centroafricanas –principalmente Cabo Verde, Ghana, Guinea y Sierra Leona–. Allí vendían productos traídos de España y Portugal que intercambiaban por esclavos. La ruta proseguía hasta los puertos españoles y portugueses de centro y suramérica, donde intercambiaban dichos esclavos por el oro, la plata y materias primas extraídas por los esclavos y emprendían el camino de regreso al viejo continente para volver a empezar con su macabra ruta. Pero no eran esclavistas, sino héroes y santos. O eso es lo que afirman desde la Asociación Católica de Propagandistas. ¿No os lo habíamos dicho? Las siglas que aparecen los carteles “ACdP” corresponden a esta organización de la que ya os hemos hablado en numerosas ocasiones.
El diario El Debate, el Consejo de Ministros de Franco y las aulas
El sacerdote Ángel Ayala funda la Asociación Católica de Propagandistas en 1908 y sólo dos años más tarde ya eran dueños del periódico El Debate, que dirigió el Cardenal Herrera Oria. Durante la Primera Guerra Mundial el periódico de estos propagandistas mantuvo una línea abiertamente germanófila, ya que era el gobierno alemán el que más abundantemente lo financió. En los años treinta esta postura giró hacia el antisemitismo, o como su director en aquellos años – Francisco de Luis– lo denominaba “antijudeo-masónica”, llegando a criticar en un editorial de abril de 1933 la ayuda que el gobierno de la II República ofreció al génio Albert Einstein para que se instalase en España tras su huída de la alemania Nazi. Dos años más tarde cargaban desde sus páginas contra la acogida de exiliados judios en Barcelona –lo mismo que ahora con los migrantes–. Tras el Golpe de Estado del dictador Francisco Franco el periódico fue cerrado e incautado por su defensa del golpe y los golpistas. Finalmente hace tres años este fue refundado en versión digital acogiendo a todos los pseudoperiodistas que huyeron de OkDiario ante su crisis reputacional para continuar difundiendo desinformación y captando fondos públicos de los gobiernos municipales, provinciales y autonómicos del Partido Popular y Vox.
Pero la Asociación Católica de Propagandistas no sólo se ha dedicado al “periodismo” y las acciones de propaganda en marquesinas, sino que también se instaló en los niveles más altos de la política. Joaquín Ruiz-Giménez, José Ibáñez Martín, José Larraz y Pedro Gamero del Castillo fueron ministros de la dictadura a la vez que destacados miembros de esta organización ultraderechista. También fue miembro el fundador de las JONS Onésimo Redondo y Máximo Cuervo Radigales fue uno de los encarcelados de la represión fascista de la posguerra como alto cargo del Cuerpo Jurídico Militar. Como ven, toda una trayectoria al servicio de la libertad y la democracia.
Por último, en las tres principales patas de esta asociación de propagandistas ultraderechistas y ultracatólicos se encuentra la educación, ya que son los fundadores y propietarios del “Grupo Educativo CEU”; que posee cuatro universidades, diez colegios y diversos centros de estudios de posgrado, colegios mayores, residencias de estudiantes y escuelas de negocios desde donde enseñan a los estudiantes que los españoles salvamos a los salvajes, que el Obispo Bartolomé de las Casas era un malvado envidioso al servicio de la corona inglesa y creador de la Leyenda Negra Española. Note el señor juez que reciba la querella de parte de esta asociación ultraderechista y ultracatólica la ironía empleada en este último párrafo, aunque vista su campaña de este 12 de Octubre bastante ajustado a la realidad.
Redacción: Carlos Benéitez
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