La Junta Electoral de Zona –JEZ– ha dado 24 horas a Vox para retirar la lona del odio que la formación ultraderechista instaló en el centro de Madrid hace ya 10 días. No lo hace por un posible delito de odio, cuestión que ni tan siquiera entra a valorar, sino por la prohibición de publicidad electoral antes del comienzo de la campaña –el próximo 14 de julio–.
En una resolución a la que ha tenido acceso EFE, la JEZ defiende que “esta Junta Electoral no es competente” para valorar la “posible ilegalidad” del contenido de la lona publicitaria; ya que “la competencia de las Juntas Electorales se refiere a la regularidad de los actos de campaña electoral respecto al sometimiento de los mismos a la normativa electoral”. En este sentido sentencian que se está incumpliendo el artículo 53 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General –Loreg–, que prohíbe expresamente la publicidad electoral desde la convocatoria de un proceso electoral hasta el inicio legal de la campaña, el próximo 14 de julio.
Tras diez días en los que la lona ha continuado expuesta, la JEZ ha llegado a la conclusión de que el mensaje “Decide lo que importa” está dirigido a “persuadir al elector” porque no se enmarca en las actividades ordinarias del partido y que “el hecho de que no se pida expresamente el voto del elector no es motivo para no considerar como propaganda electoral cualquier actividad que, directa o indirectamente, pretenda la captación de sufragios”. En su resolución descarta la “incoación de un expediente sancionador”.
No es la primera vez
No es la primera vez que Vox emplea mensajes de odio basados en información falsa en su publicidad electoral. Ya lo vimos en las marquesinas de Metro Madrid durante las dos últimas campañas electorales autonómicas en Comunidad de Madrid.
En 2021, junto al mensaje “Un MENA 4.700 euros al mes. Tu abuela 426 euros de pensión.”, publicaban una fotografía de una persona mayor y un joven encapuchado y con la cara tapada. Tal y como destapó IK Press la fotografía, que simulaba ser de un MENA con aspecto amenazante, correspondía a un joven bangladesí que nunca había estado en España. Respecto a las cifras en las que exponían en su cartel también se trata de una manipulación; ya que en un lado computa los gastos hipotéticos que supondrían los menores –de forma totalmente falsaría como analizó Madita.es– y por otro los ingresos directos de una pensión mínima –sin computar el resto de gastos asociados como sanidad, subvención de los productos farmacéuticos…–.
En la reciente campaña autonómica del pasado 28 de mayo emplearon el mismo formato acusando a las familias de origen extrajero de acaparar todas las ayudas al alquiler de la Comunidad de Madrid. Una vez se trata de una manipulación de los hechos y datos para captar votos gerando odio contra las personas migrantes. En este caso, tal y como ya analizamos en Pandemia Digital, ordenaron alfabéticamente el listado por el apellido –los apellidos de origen árabe comienzan por la letra ‘a’ en una mayor proporción que los de origen español o europeo– y lo tacharon, para tapar la trampa, dejando sólo visible el nombre.
En ninguno de estos casos ni la Junta Electoral ni los jueces plantearon la retirada de los carteles que en base a desinformación difundían mensajes de odio con objetivos electorales. Quizás sea el momento de plantearse un cambio en la LOREG para incluir la prohibición de la desinformación y los mensajes de odio en la propaganda electoral.
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