El pasado martes el programa de Mediaset Código 10 organizaba un programa especial sobre la fiesta de Alvise Pérez con las noticias falsas y su presunta corrupción y financiación ilegal. ¿Y en quién pensaron Nacho Abad y David Alemán para sentar a esta mesa? Nada más y nada menos que en María Jamardo, el esperpento estaba servido.
Desde el púlpito que le brindaron Abad y Alemán ejerció de defensa de los métodos de Alvise y ante dos de sus víctimas, Rubén Sánchez y Javier Chicote. Ante un atónito Javier Chicote, que acaba de relatar las graves amenazas que había sufrido, María Jamardo encendía el ventilador quejándose de las innumerables veces que ella había sufrido oleadas de críticas en redes sociales tratando de normalizar las campañas de acoso de Alvise y sus seguidores, pero el diablo está en los detalles. Cuando la gente se ha lanzado en masa a criticar y denunciar a María Jamardo ha sido siempre basado en hechos, en verdades, como cuando afirmó que la aviación nazi que bombardeó Guernika no era tan mala y que los civiles bombardeados no eran tan buenos porque eran todos comunistas. Una afirmación que durante años ha tratado de negar que realizara pero la hemeroteca está ahí y el calado del escándalo fue tal que Sonsoles Ónega tuvo que emitir una disculpa y prescindió de los servicios de Jamardo.
Y ahí reside la diferencia sustancial en la que toda persona demócrata coincide como línea roja; pues una cosa es criticar a un periodista o tertuliano por las monstruosidades que dice en antena y otra muy diferente es emplear la creación de noticias falsas y la difamación para sustentarlo. Pero es normal que con la trayectoria mediática al servicio de políticos corruptos, medios de desinformación y discursos de odio que ha seguido Jamardo le cueste diferenciarlo.
POBRE MARÍA JAMARDO
— GUILLERMO GUIJARRO (@remerikos) October 9, 2024
Mira que organizarle campañas en Twitter por defender los bombardeos nazis, la dictadura franquista y el genocidio de niños en Palestina
Desde luego, no tenéis corazón
Pero si ella es todo amor pic.twitter.com/MjDaQ8INJe
Hoy María Jamardo me ha llamado mentiroso en directo en repetidas ocasiones por recordarle que dijo sobre el Bombardeo de Guernica que:
— Alán Barroso (@AlanBarrosoA) June 19, 2024
"Ni el que bombardeaba era malo, ni los que eran bombardeados eran tan buenos".
No me creáis a mí ni a ella. Solamente ved el vídeo. pic.twitter.com/xSxBJrCWHl
Bloque para hablar sobre desinformación:
— Julián Macías Tovar (@JulianMaciasT) May 7, 2024
Miquel Giménez: "Pseudomedio es todo medio que no sigue la trocha marcada por el Gobierno de Sánchez".
Soto Ivars: "Exactamente".
María Jamardo: "Todos los medios señalados son los no subvencionados, que curioso..."
Esto último es de traca pic.twitter.com/bsS8WImJ6R
Más de una década al servicio de políticos corruptos y medios de desinformación
El historial de María Jamardo con la desinformación es muy extenso, del mismo modo que lo es con el odio y la vulneración de los derechos humanos. Su trayectoria ascendente comienza a la sombra del condenado por delitos de estafa y apropiación indebida Mario Conde.
Apenas había pasado una década desde que fuera condenado a 20 años de prisión, de los cuales sólo cumplió cuatro. Seis años después se presentó a las elecciones gallegas con María Jamardo como su jefa de prensa. Según relata La Voz de Galicia fue la propia Jamardo con poco más de treinta años la que se acercó al estafador para ofrecer los servicios de su empresa de comunicación y rápidamente ascendió de responsable de prensa en Galicia hasta la jefatura de prensa nacional del partido de Conde. Tras las sucesivas debacles electorales del partido de Conde y ante el nacimiento de Vox se integran en Vox, pero María Jamardo emprendió su carrera en paralelo y fue cuando saltó a los platós de televisión.
Ese salto a los platós se produjo de la mano de Eduardo Inda en un sector que conocía bien, los tribunales que habían condenado a su exjefe, Mario Conde. Eran los años de las Cloacas de Interior, el informe PISA y las miles de noticias falsas de OkDiario sobre Podemos y Pablo Iglesias. OkDiario era omnipresente en todas las tertulias y Eduardo Inda ya no daba a basto, por lo que Jamardo se convirtió en una pieza clave en la distribución de la desinformación. Mientras tanto fue saltando también de pseudomedio en pseudomedio Libertad Digital, EsDiario… pero manteniendo OkDiario como su base de operaciones y carta de presentación hasta que el descrédito del pseudomedio de Eduardo Inda le llevó a abandonar a quien tanto le había dado. Un nuevo medio de desinformación había nacido, con su correspondiente campaña de desinformación para darse a conocer, y se convirtió en jefa de la sección de tribunales de El Debate, pero su presencia en las mesas de debate prosiguió sin cambio alguno.
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