A principios de septiembre el ‘triunfito’ Manu Tenorio emprendía la batalla contra unos supuestos “inquiokupas” y rápidamente obtuvo los apoyos mediáticos habituales en la ‘batalla cultural’ contra el derecho a la vivienda. Pero a cada día que pasa las explicaciones que aporta son más inconsistentes y contradictorias.
Cuando los ‘miedos de comunicación’ vieron el filón del caso empezaron a regalarle horas de pantalla y rápidamente comenzaron las contradicciones. Según la versión de Tenorio “no hay contrato”, pero al mismo tiempo afirma que sí lo hubo en 2021. Esto abre la puerta a dos escenarios: O se firmó un contrato en 2021 y por lo tanto tiene una vigencia mínima de cinco años –hasta 2026– o nunca les hizo contrato con el consiguiente fraude fiscal. En cualquier caso siempre ha reconocido, pese a sus palabras, que no estamos ante la comisión de un delito de usurpación –ocupación ilegal–, sino que son inquilinos que entraron en dicha vivienda mediante un acuerdo tácito –con o sin contrato–.
Otro de los argumentos esgrimidos por el cantante ha sido que quería dicha vivienda para su madre, algo que la ley contempla como motivo válido para la rescisión anticipada de un contrato de alquiler. Pero esto también ha sido contradicho por él mismo al sostener el argumento de que son ‘inquiokupas’ porque no pagan el alquiler desde hace más de un año, algo que nuevamente enmienda su relato. Sin embargo, pocos han sido los que se han hecho eco de la versión de los inquilinos. Según su versión ellos en ningún momento han dejado de pagar la renta, sino que a requerimiento de Hacienda están depositando los pagos a la Agencia Tributaria, algo habitual entre quienes tienen importantes deudas con Hacienda según han explicado diversos técnicos de Hacienda.
Esto sería de hecho otro de los puntos que rompen el relato de Tenorio. La pasada semana en una entrevista en la cadena COPE le cuestionaban el porqué no solicitaba un certificado de estar al corriente de pago con la hacienda pública, y una vez más salió por la tangente “tú crees que estoy en disposición de tener que sacar un certificado porque unos inquiokupas mancillen mi honor”. El presentador le respondía que no tenía porqué hacerlo, pero que esto le ayudaría; y fue entonces cuando su respuesta ascendió en la escala del delirio “entonces me estaría sometiendo a esta dictadura de la gente impresentable”. Y es que él puede denunciar públicamente –no judicialmente– sin aportar prueba alguna a sus inquilinos, pero cuando se cuestiona porqué lo denuncia en redes sociales y platós de televisión y radio pero no ante los tribunales amenaza a la periodista Patricia Suárez “Te reviento la cabeza”.
Y en medio de este bochorno publica un vídeo en el que aparentemente se encuentra bajo el efecto del alcohol o las drogas y que al día siguiente eliminó “¿Cómo me estáis pidiendo a mi que yo justifique estar a la altura de mis pagos con Hacienda, que lo voy a hacer, y sin embargo a los individuos que están en un inmueble que deben más de 10.000 euros, que están sin contrato, a esos no os da por pedirles que justifiquen que estén al día con Hacienda?”. Una vez más hace pleno a las contradicciones al reconocer lo que ha estado negando, que tenga deudas con Hacienda, al mismo tiempo que profundiza en la contradicción del contrato de alquiler.
Este caso recuerda al que llevó al estrellato a Daniel Esteve y su empresa, Desokupa, con quien tiene numerosas fotografías en redes sociales. Y es que como ya hemos explicado en numerosas ocasiones Esteve saltó al estrellato con la historia falsa de “Carmen, una mujer de 90 años a la que han okupado su casa”, el caso de Tenorio ante la inexistente de predisposición del músico por denunciar judicialmente y ante las innumerables contradicciones en las que está cayendo parece que tendrá el mismo desenlace.
Una piedra más en la ‘Batalla Cultural’
La pasada semana publicamos los datos del análisis de Marcelino Madrigal sobre las noticias sobre ‘Okupas’ en medios de comunicación. Ahora el analista publica un nuevo estudio, en esta ocasión sobre el impacto de las noticias sobre la okupación en los distintos grupos televisivos. En su análisis rastrea el volumen que ocupa este asunto en los principales matinales de Atresmedia y Mediaset, las principales palabras clave empleadas y su distribución temporal.
A la cabeza se encuentra Telecinco, con casi la mitad –43,64%– de todo el contenido generado sobre okupación en este tipo de programas, no en vano Jorge Javier Vázquez le pidió a Ana Rosa que dejara “aunque sólo sea un día a la semana” el tema de los okupas porque su madre tiene miedo de bajar a comprar el pan y que le okupen la casa –algo que nunca le ha ocurrido a nadie, pero que se ha convertido en una preocupación para mucha gente como consecuencia de las noticias falsas y la manipulación de los hechos–. Le siguen Antena 3 –34,61%–, Cuatro –20,52%– y en último lugar La Sexta con apenas un 1,23%.
Al analizar los términos clave de cada grupo mediático lo primero que llama la atención es el alto impacto que tiene el término “Desokupa” entre los contenidos de Mediaset, junto con los términos “Ana” y “Rosa”. Lo mismo encontramos en Atresmedia “Desokupa”, “Espejo”, “Público”, “Susana”, “Griso”, “Joaquín”, “Prat”… Y es que este análisis deja más que claro quién está detrás de esta alarma social artificial. No en vano la pasada semana pudimos asistir al estupor de Susana Griso y sus contertulios cuando una portavoz del Sindicato de Inquilinas planteó el fin de la especulación inmobiliaria como vía legislativa para acabar con la emergencia habitacional.
Otro de los elementos analizados por Madrigal y que resulta muy ilustrativo es la distribución temporal en la que se genera el contenido sobre okupas. Y es más ilustrativo cuando uno observa los acontecimientos que rodean a esta distribución temporal. El primer estallido mediático de la okupación tiene lugar a finales de 2017, unos meses más tarde Partido Popular y Ciudadanos aprobaban la Ley 5/2018, conocida como la Ley del Desahucio Express de los Okupas y necesitaban crear un relato. A partir de este momento se produce un progresivo incremento del peso de las “noticias” sobre okupación.
El siguiente pico se produce en septiembre de 2020, cuando Partido Popular y Ciudadanos en plena pandemia lanzaron una ofensiva contra el Gobierno, especialmente contra Unidas Podemos, para forzar al Partido Socialista a distanciarse de su socio de coalición y endurecer las leyes que se habían aprobado en 2018. Y con estos mimbres llega el estallido de los últimos meses, que coincide con el lanzamiento de los “Seguros Antiokupación” de empresas como Línea Directa o Mutua Madrileña y son dos de los mayores patrocinadores de este tipo de programas, junto a las empresas de alarmas.
Redacción: Carlos Benéitez
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