El presidente argentino fue recibido entre vítores y aplausos en la segunda jornada de la CPAC –Conferencia Política de Acción Conservadora– al salir al escenario para hacer entrega de una motosierra a Elon Musk. Esto se produce sólo una semana después de que el propio Javier Milei se lanzara a promocionar una vez más una criptoestafa, lo que nos lleva nuevamente a la casilla de salida: la total impunidad política.
Pero rebobinemos y pongamos los datos encima de la mesa. Hace una semana, el pasado 15 de febrero, el presidente argentino sorprendía a sus seguidores con una oportunidad de negocio, “un emprendimiento privado” que “se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”. El tuit era publicado sólo tres minutos después de la creación de esta criptomoneda de nombre $LIBRA con sitio web vivalalibertadproject.com. En pocos minutos el tuit ya estaba volando en las redes sociales gracias a red de bots y cuentas falsas vinculadas al presidente argentino y el precio de este token se disparó pasando de los pocos céntimos a los más de cinco dólares y medio. Es en este momento en que, con los sueños de los seguidores de Milei de hacerse millonarios, todo se desvanece.
Nueve carteras que acumulaban más del 85% de los activos retiraron todo el dinero ganando por el camino una fortuna y destruyendo el valor de esta criptomoneda, que pasó a no valer nada. En una entrevista Hayden Davis, uno de los creadores de la criptomoneda, llegó a reconocer un beneficio con esta operación superior a los 115 millones de dólares.
Los seguidores de Milei entraron en pánico y se sucedieron las especulaciones ante el silencio de Milei y el posterior borrado de su tuit, llegando a publicarse que la cuenta del presidente argentino había sido hackeada. Pero tan rápido como se desplomó el valor de $LIBRA se despejaron todas las incógnitas sobre el borrado y la publicación consciente de la criptoestafa al publicar Javier Milei un nuevo tuit ”Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión”. Ya no cabía duda; los seguidores de Mieli habían sido estafados por tercera vez tras los desastres de Vulcano y CoinX.
Las redes sociales ardían pidiendo la cabeza de Milei, youtubers cripto estallaban en directo revelando pérdidas millonarias… y es que lo que el presidente argentino había vendido como para impulsar la economía argentina financiando proyectos empresariales para potenciar el desarrollo del país no era más que un memecoin y según la plataforma Solana –marketplace en el que se alojaba la divisa– la cifra de estafados asciende a más 74.000 personas y las pérdidas acumuladas asciende a más de 286 millones de dólares.
#MileiEstafador
Lo que había ocurrido es una estafa conocida como ‘rug pull’ –tirar de la alfombra o estafa de salida– que consiste en inflar el precio de un activo y retirar grandes cantidades del activo de golpe, provocando un desplome del mercado pero generando grandes rentabilidades a sus perpetradores. Y la reacción en redes no se hizo esperar, llegando a ser trending topic mundial #MileiEstafador. Durante la última semana el presidente argentino ha sido mencionado en más de seis millones de publicaciones en Twitter con una sentimiento negativo del 86%, ha abierto portadas y telediarios en todo el mundo, han sido anunciadas cientos de querellas criminales contra él y se ha presentado un impeachment en el parlamento argentino, del que hablaremos más adelante.
Nada de esto ha importado a la internacional reaccionaria, que esta semana celebra su gran cumbre anual. En España era defendido por Santiago Abascal “pretenden mermar la imagen de un titán como Javier Milei, que ha puesto a Argentina de nuevo en el mapa del mundo” y en Washington era recibido por Elon Musk con un efusivo abrazo tras regalarle una motosierra plateada. Minutos después era aclamado sobre el escenario de la CPAC.
Todo esto mientras no paran de emerger nuevos datos que apuntalan el escándalo. El ya mencionado Hayden Davis reconoce sobornos a Karina Milei –Secretaria General de la Presidencia de Argentina y hermana de Javier Milei– para reunirse con Milei “Le envío dinero a su hermana y él firma lo que sea que yo diga y hace lo que yo quiero” –una acción tipificada hasta hace una par de semanas en el código penal estadounidense desde 1977 en el Foreign Corrupt Practices Act que Trump acaba de poner en suspenso–. También se han conocido al menos 10 acreditaciones de ingreso en Casa Rosada –sede de la presidencia– y tres en Quinta de Olivos –residencia presidencial– de los impulsores de esta criptoestafa. Además se ha conocido que desde la mañana del lanzamiento Karina Milei ya habría sido advertida de la potencial estafa que iba a promocionar “Teóricamente, los desarrolladores del token de Javier son los mismos que lanzaron el token $CAR”, una estafa idéntica que el presidente de la República de Centroafricana lanzó una semana antes generando también enormes pérdidas. Y continúan las advertencias: “El objetivo del que lanzó este token es farmear guita a dos manos sin importar el coste político. Si tienes forma de frenar el launch este, es un gol” y concluye de forma tajante “le van a hacer mierda a Milei en todos lados”.
¡VIVA LA CENSURA Y EL SOBORNO CARAJO!
Desde que Mieli es presidente han sido muchas las veces que ha sido acusado de sobornar o extorsionar a miembros de la oposición para sacar adelante en las cámaras legislativas iniciativas como el DNU. Y esta sombra de sospecha vuelve a cernirse sobre la comisión de investigación en el Senado.
El pasado lunes, 17 de febrero, el senador Eduardo Vischi firmaba junto a otros cuatro senadores un proyecto para la creación de una comisión de investigación sobre las responsabilidades y presuntos delitos que Javier Milei hubiera podido cometer. Sólo tres días después, cuando llegaba el momento de votar esta comisión de investigación –que requiere dos tercios de los votos– Vischi votaba en contra haciendo decaer por un único voto (el suyo) la investigación que él mismo propuso.
Paralelamente se han presentado contra él cientos de denuncias penales vinculadas con esta criptoestafa, ya que según diversos juristas argentinos apuntan que podría haber cometido hasta una decena de delitos entre los que se encuentran el de estafa por haber sido el primero en publicar e incitar a la compra del memecoin tan sólo tres minutos después de su creación (por lo que también ha sido acusado de asociación ilícita, ya que todo apunta a que Milei formaba parte de la estructura de la estafa), negociaciones incompatibles con su cargo, vulneración de la Ley de Ética Pública, manipulación del valor de activos financieros, violación de los deberes de funcionario público… Y no sólamente se enfrenta a investigaciones penales en Argentina, sino que el FBI está iniciando también investigaciones penales en Estados Unidos, ya que el marketplace en el que se vendía la criptodivisa, Solana, está alojada en Estados Unidos; aunque siempre existe el riesgo de que ocurra con esta investigación lo mismo que con las que se persiguen las irregularidades de las empresas de Elon Musk. Y es que Elon Musk no está sacando la motosierra únicamente para desguazar los pocos servicios públicos que tienen los estadounidenses, sino que según el New York Times ya habría desguazado muchas de las agencias federales que investigan las irregularidades de sus empresas.
Y en medio de esta tormenta judicial Milei se dirige a la nación desde un plató de televisión en una entrevista con Jonathan Viale. En ella el presidente argentino niega cualquier promoción del proyecto “yo no lo promocioné, sólo lo difundí”. Poco después de emitirse la entrevista aparece en Youtube la versión completa de la entrevista, en la que al más puro estilo Ayuso “Eso no se le pregunta a una presidenta” irrumpe Santiago Caputo para interrumpir la entrevista cuando Javier Milei se vé acorralado, ordenando censurar la pregunta y no publicar la respuesta que ofreció el presidente y en la que se autoinculpaba. ¡Viva la corrupción, las estafas, el soborno y la censura! debería ser el nuevo lema del partido de Milei.
Redacción: Carlos Benéitez
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