Desde hace mucho en Pandemia Digital venimos alertando de las consecuencias que traería la asociación entre la internacional reaccionaria con la internacional del bulo, no en vano siempre nos hemos resistido a referirnos a ellos como ultraderecha, sino como antidemócratas. Y el tiempo nos está dando la razón.
Lo que comenzó como una maniobra para subvertir el orden de la democracia ha derivado velozmente en el ejercicio del poder absoluto y la manipulación de la realidad, para negar en algunos casos y justificar en otros, el ejercicio de este autoritarismo; siendo dos de sus máximos exponentes los gobiernos de Trump y Milei.
Desde que Milei llegó al poder hemos visto cómo compraba diputados para sacar adelante votaciones que le otorgaran un cada vez mayor poder, como es el caso del DNU, pero según ha pasado el tiempo comprar nuevos mercenarios a los que colocar en las estructuras del estado se ha convertido en una tarea complicada; y en las últimas semanas hemos visto cómo llegaban a agredir a diputados en la cámara para suspender votaciones. Al mismo tiempo en las calles hemos visto el ‘Mundo Felíz’ de Adolf Huxley pidiendo a los argentinos por megafonía que denuncien a sus vecinos y amigos que participan en manifestaciones, para posteriormente ejercer una violencia inédita contra los jubilados que ejercían su derecho constitucional a la protesta pacífica. Pero cuando las imágenes de la violencia desmedida contra jubilados y periodistas dieron la vuelta al mundo pasaron a lo que mejor saben hacer: mentir e insistir en la mentira por muy burda que sea. Así nos encontramos con Patricia Bullrich –a la que algunos llaman ya Patricia BullReich, en alusión al régimen nazi– asegurando que el periodista Pablo Grillo había sido detenido durante las protestas, sinembargo las imágenes de cómo un bote de humo le reventaba la cabeza dejándole inconsciente y en estado crítico ya estaban dando la vuelta al mundo.
Al norte del continente el Vicepresidente del Gobierno estadounidense Donald Trump –nótese la ironía al referirse al cargo que ocupa y quién gobierna realmente el país– firma órdenes ejecutivas que desafían la constitución y amenaza a los jueces que las paralizan, ya que el sistema presidencialista norteamericano se diseñó para impedir este tipo de decisiones autocráticas. Y es que los sistemas presidencialistas cuentan con una mayor flexibilidad y agilidad que los parlamentarios a la hora de poner en marcha medidas políticas, pero también tienen mayor facilidad para derivar en regímenes autocráticos si no disponen de las contramedidas necesarias; y son estos contrapesos los que Elon Musk a través de Donald Trump está ignorando en la mayor parte de sus órdenes ejecutivas.
Pero no se trata únicamente de las formas; sino que también el propio contenido de lo que Trump está aprobando desvela la agenda autocrática del nuevo gobierno estadounidense. Tras vetar a Associated Press por no emplear el término “Golfo de América” ha extendido su veto a la CNN, The New York Times, Los Angeles Times y Politico, a los que ha tildado de “enemigos del pueblo”. Cabe recordar la cruzada que Musk mantiene contra los medios de comunicacón y que el gobierno argentino ya anunció la instalación de ‘un botón’ en las salas de prensa para silenciar el micrófono de los periodistas. Pero ahí no termina la persecución política en Estados Unidos, sino que ha ordenado la expulsión de residentes legales que hayan participado en manifestaciones legales contra el genocidio en Gaza, como es el caso de Mahmoud Khalil, y denegado el acceso al país a un científico francés que acudía a una conferencia tras confiscar su teléfono en la aduana y encontrar entre sus mensajes personales algunos en los que criticaba a Donald Trump, hecho que les sirivió para justificar la expulsión bajo acusaciones de terrorismo y complot.
En política internacional tampoco son inocentes sus atentados contra la democracia, apoyando a formaciones totalitarias como AfD en Alemania, Reform Uk en Reino Unido o la adhesión por cualquier medio de Groenlandia; sino que sumado a la desestabilización de Europa mediante el apoyo y financiación de formaciones reaccionarias, totalitarias y antieuropeístas encontramos al presidente en la sombra cerrando cuentas de twitter de opositores en Turquía, imponiendo directrices políticas en medio mundo bajo la amenaza arancelaria y anunciando la tercera guerra mundial.
Y mientras su totalitarismo se hace cada día más patente enarbolan la bandera de la libertad. En nombre de la libertad vetan y amenazan a los periodistas que no compran sus mentiras. En nombre de la libertad desmantelan el departamento de educación, algo para lo que el presidente del gobierno no tiene competencias y que gestiona las becas y préstamos universitarios. En nombre de la libertad ordena el cierre de la oficina estatal que publica las estadísticas económicas del país y sus registros de los últimos 25 años. En nombre de la libertad eliminan los fondos para prevención del Ébola. En nombre de la libertad coaccionan a los gobernadores que ejercen sus competencias estatales para contrarrestar las políticas nacionales de Trump. En nombre de la libertad aplauden la prohibición de manifestaciones LGTBI en Hungría. En nombre de la libertad eliminan de los registros el nombre de un avión por incluir en su nombre la palabra “Gay”. En nombre de la libertad están deportando a los exiliados cubanos y venezolanos que hicieron campaña por ellos. En nombre de la libertad ordenan sancionar a los abogados que presenten denuncias por estas políticas migratorias. En nombre de la libertad deportan a un venezolano por tener un tatuaje del Real Madrid. Ninguna de las cosas enumeradas es un anuncio, sino que son medidas que ya se han puesto en marcha aunque algunas hayan podido ser paralizadas por el poder judicial.
En nombre de la libertad Vox aplaude estas medidas, aranceles al campo español incluídos, mientras el Partido Popular mantiene un silencio cómplice y pide aumentar el gasto militar para comprar armamento a Estados Unidos, un armamento que Donald Trump ya ha anunciado que venderá capado “por si algún día nuestros aliados ya no son nuestros aliados”, como J.D. Vance ha dicho de Dinamarca por no permitir la toma de Groenlandia.
Mientras tanto una nueva moda se impone en Estados Unidos, alquilar gallinas. Puede sonar disparatado, pero tras la eliminación de las regulaciones sanitarias un brote de gripe aviar se ha expandido por el país obligando al sacrificio de gran parte de las gallinas; lo que ha derivado en una escasez de huevos, un incremento disparatado de los precios, desabastecimiento en los supermercados y en que por primera vez se detecte contrabando de huevos en la frontera con Canadá.
Redacción: Carlos Benéitez
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